Según el neurocientífico Gottfried Lau no existe otro arte que involucre tanta actividad cerebral como el tocar un instrumento musical, y no estamos hablando específicamente de jóvenes prodigio. La pregunta que deberíamos hacernos entonces es más bien qué superficies del cerebro no están activas al realizar el toque de un instrumento. Recuerda que en nuestra academia de arte enseñamos a tocar el piano.

Durante los años los científicos fueron continuando en el saber del cerebro de los músicos por medio de estudios completados a través de resonancias magnéticas y tomógrafos. Estos consisten en registrar en el mismo instante los cerebros de algunos músicos mientras ejecutan su instrumento. En ellos pudieron comprobar que esta actividad implica a todas las superficies del cerebro de forma simultánea, en particular la corteza auditiva, motora y sensitiva. Además se descubrió que los músicos tienen algunas zonas más desarrolladas, más importantes que y quienes no lo son. Un sector más importante supone una más grande proporción de fibras o conexiones nerviosas lo que facilita inferir que hay en esta clase de cerebros una más grande comunicación entre sus varias zonas.

Las ventajas de aprender piano

Se descubrió que algunas de las ubicaciones más desarrolladas en el cerebro de los músicos son: el cerebelo, solicitado de los movimientos de las fibras musculares de todo el cuerpo, el cuerpo calloso, que conecta los dos hemisferios y la cisura central, que se cree establece la dominancia de la mano hábil en toda persona.

Hay varios artículos escritos sobre qué es lo que provoca que los cerebros de los guitarristas y bateristas sean únicos, no obstante tocar el piano es algo totalmente diferente y muchísimo más desafiante. Ninguna batería tiene por su estructura una distinción de tonos ni facilita tocar acordes por lo cual no son cuestiones a tomar en cuenta en el momento de su ejecución. Por su lado, la guitarra sólo facilita tocar seis notas a la vez y necesita en su mayoría una enorme capacidad en la mano izquierda. En cambio, los pianistas (también se dijo de los afinadores de piano) tienen la posibilidad de tocar hasta diez notas de forma simultanea con las dos manos, construir acordes y diferenciar tonos con lo cual tiene lógica que para conducir todas estas configuraciones necesiten desarrollar habilidades cerebral completamente únicas que ya son reveladas por la ciencia.

Se descubrió que algunas de las ubicaciones más desarrolladas en el cerebro de los músicos son:

  • El cerebelo, solicitado de los movimientos de las fibras musculares de todo el cuerpo
  • El cuerpo calloso, que conecta los dos hemisferios
  • La cisura central, que se cree establece la dominancia de la mano hábil en toda persona

En la situación de los pianistas los estudios demostraron que sus cerebros son los que muestran las superiores ediciones fuera de la media. Esto resulta visible ya que el piano es el instrumento más especial en relación a demanda de capacidades: los pianistas tienen que leer notas, sentir las teclas, mover los dedos y las manos durante 88 notas probables y oír lo que se toca. Y como si esto fuera poco tienen que llevarlo a cabo ¡todo al mismo tiempo!

El Piano: El instrumento que más demanda al cerebro


Entonces es esperable que estos músicos muestren un cuerpo calloso más creado ya que requieren coordinar los movimientos de las manos izquierda y derecha de forma simultanea y conectar la parte creativa del hemisferio derecho con la matemática del izquierdo para vigilar los tiempos. Además ya que necesitan que las dos manos sean de todas formas activas los pianistas tienen que sobrepasar una cualidad innata para todas las personas: el ser diestros o zurdos. Se conoce que en la mayor parte de la gente la hondura de la cisura central o cisura de Rolando es más grande en uno de los dos hemisferios, asi sea el derecho o en el izquierdo, lo cual establece cuál va a ser la mano dominante en esa persona. Pero al escanear el cerebro de los pianistas los científicos hallaron algo diferente: ellos poseían acertadamente surcos centrales mucho más simétricos que algún otra persona —a pesar de que hayan nacido diestros o zurdos, en sus cerebros esto era solamente perceptible. Ya que más allá de ello los pianistas todavía tienen una mano dominante, los estudiosos especulan que esa simetría en la hondura no es natural sino el resultado de que estos músicos tienen la capacidad de hacer mas fuerte su lado más débil hasta llevarlo a cabo encajar precisamente con el lado dominante.

Esto ha despertado intensos debates en el planeta de las neurociencias y la música llevando a los científicos a preguntarse si hay una alguna distingue estructural de base en el cerebro de los músicos o si éste se va moldeando por medio del estudio musical.

Estudios en jóvenes que recién se inician en la música demostraron que las ubicaciones de la audición están más activas después de un año de entrenamiento musical que en esos que no aprendieron a tocar ningún instrumento. No obstante esta posición no es aceptada por todos los neurocientíficos, entre ellos Ellen Winner quien sostiene que estos jóvenes tuvieron cerebros estructuralmente diferentes desde su nacimiento.

Estos científicos sostienen además que la disciplina y la práctica son las que endurecen algunos circuitos cerebrales y con ello sus funcionalidades admitiendo de esta forma utilizar la atención y fuerza en otras ocupaciones. Para demostrarlo el Dr. Timo Krings llevó a cabo una exploración en la que escaneó los cerebros de los pianistas mientras ejecutaban un solo y descubrió que éstos bombeaban menos sangre que la gente promedio en la zona del cerebro relacionada con la motricidad fina. Este cambio en el fluído sanguíneo supone que esa región necesita menor energía para hacer su desempeño habitual lo que les facilita liberarse de la labor que están corriendo para concentrar su atención en otras características que lo son completamente únicos, como su propia y personalísima forma de interpretar cada melodía.

Los cerebros de los pianistas mientras ejecutaban un solo bombean menos sangre que la gente promedio en la zona del cerebro relacionada con la motricidad fina.

Dr. Timo Krings

Si bien estos cambios en el fluído sanguíneo se dan en cualquier persona que domine una capacidad, en los pianistas ésta eficiencia de su cerebro se lleva a cabo por medio de ediciones en el surco central y algunas alteraciones en las funcionalidades del lóbulo de adelante. Esto es algo verdaderamente increíble ya que el lóbulo de adelante es el responsable de integrar la información que llega del exterior adjuntado con la toma de elecciones. Este área del cerebro tiene un papel fundamental en la resolución de inconvenientes, en el lenguaje, la espontaneidad, la toma de elecciones y el accionar popular.

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